Te cuento que el canal vaginal tiene un tope llamado cérvix,  y este no permite que la copa menstrual se vaya más arriba (al útero) ya que la entrada del cérvix mide similar al diámetro de una pajilla. Y ¿por qué la copa se sube tanto y no la encuentro?, tal vez sea porque tu copa es una talla pequeña y tiene mucho espacio para hacer el efecto vacío, tal vez tus músculos están muy tensos y no permiten que la copita baje o tal vez no está bien puesta. 

Recuerda que la copa puede llevarse hasta 12 horas y por lo mismo a veces nos olvidamos de ella, por lo que te recomiendo poner una alarma y buscar un lugar tranquilo para quitarla. Al inicio tal vez no sea lo más fácil del mundo, pero te aseguro que con práctica lo lograrás super rápido (no salgas corriendo a la clínica, en serio en serio lograrás sacarla) 

Consejos para sacar la copa menstrual

1. Lávate las manos.

2. Relájate, trata de buscar un espacio tranquila, tener tiempo y no hacerlo a la carrera. 

3. Ponte de cuclillas con los glúteos sobre tus talones y arquea la espalda. Esta postura lo que permite es que la paredes vaginales se ensanchen y el canal vaginal se haga algo más corto. De esta manera acceder a la copa es más sencillo. 

4. Haz fuerza con tus músculos hacia abajo como si fueras a ir al baño o como si estuvieras pariendo la copa jaja.  

5. Con los dedos localiza la base, si aún no llegas ayúdate del palito pero no demasiado. Recuerda que el palito no está diseñado para jalarlo, sólo para encontrar la copa.

6.  Presiona la base de la copa: Una vez localizada debes presionar la base con dos dedos (el índice y pulgar) para romper el efecto vacío que se crea (recuerda que no es un vacío real ya que la copa tiene agujeros en el borde superior).

7. Mueve la copa de lado a lado: El paso final consiste en mover la copa suavemente de lado a lado al tiempo que jalas de ella hacia fuera. Este movimiento facilita que entre aire y sea mucho más fácil de extraerla que si solo la jalas.

8. Si todavía no logras localizarla, podrías realizar ejercicios de Kegel:
   Un ejemplo es apretando y soltando poco a poco los músculos pélvicos, como si intentases aguantar la orina y después expulsarla. De esta forma tus propios músculos empujarán la copa hacia fuera.  

Recuerda que este proceso  requiere de práctica y paciencia. Puede que el primer día  cueste un poco más. Date unos dos o tres ciclos para acostumbrarte y verás como poco a poco mejoras y te cambiará la vida.