Menarquía: Primera menstruación

 El inicio de la ciclicidad

Cuando recibimos la primera menstruación muchísimas dudas nos surgen: ¿qué me está pasando? ¿por qué ahora? ¿es esto normal? Con el paso de los años, la menstruación se convierte en parte fundamental de nuestra salud integral, pues corresponde al quinto signo vital. Esta herramienta comienza con lo que se denomina menarquia, que es como se llama a nuestra primera menstruación. Por lo general, suele aparecer alrededor de los 9-16 años de edad, dependiendo de múltiples factores, sobre todo genéticos. De igual manera, este inicio menárquico puede ser más o menos intenso, y muchas veces es parecido al inicio que tuvo nuestra madre o abuela. 

Es muy común que no se nos hable mucho del tema, más allá de recalcar la idea de que es el inicio de una nueva etapa, una en la que hay que cuidarse más porque existe -ahora sí- la posibilidad biológica de convertirnos en madres aunque de fijo no estemos preparadas ni lo tengamos que ser pronto. De igual forma, se nos habla de la incomodidad que comenzará a ser recurrente, de cómo ponernos una toalla o de cómo limpiar nuestra sangre; muchas veces no se nos dice nada. Suele suceder que la preparación que tenemos no es completa, pues no nos explican la manera en que funciona nuestro ciclo, los beneficios de la ovulación ni las implicaciones positivas que tiene el ciclo menstrual. 

A nuestrxs lectorxs que comienzan pronto su menarquia queremos decirles que es algo normal, que es parte de la vida y que no es sucio. Es importante recalcar también que cada cuerpo es distinto, por lo que cada ciclo lo será también. Pero es ahí donde está la magia de la menstruación: es una fase única que todxs compartimos.

      También, parte de la belleza del ciclo menstrual es que engloba otros espacios (como el ambiente) y abarca temas de salud que van más allá que simplemente la salud reproductiva, pues se relaciona con la salud psicológica, mental, holística e integral de cada menstruante. Muchas veces se nos recalca que este hecho nos convierte en “mujercitas” pero hay que recordar que el hecho de menstruar no implica una necesidad de crecimiento, pues, en muchos casos, seguimos siendo niñxs cuando aparece nuestra menarquia. Aún así, es cierto e importante aclarar que iniciar la vida cíclica conlleva a una serie de cambios hormonales (naturales) que pueden cambiar un poco las rutinas que teníamos establecidas antes de la menarquia. Aún así, es clave recalcar que no es natural sufrir de dolores que nos incapaciten de lograr nuestras tareas diarias, y es importante recordarlo porque parece que el dolor durante la menstruación es algo que se ha normalizado enormemente. Cualquier dolor grande es nuestro cuerpo pidiendo ayuda y atención, y si son dolores muy fuertes, es siempre mejor consultar con un especialista.

Un asunto importante que queremos recalcar es (re)pensar de la sangre menstrual como algo asqueroso, pues en realidad es algo natural y completamente limpio. Además, con productos sin químicos (como la copa menstrual o las toallas de tela), la sangre se convierte en un fluido natural.

Cabe resaltar que es necesario que las primeras menstruantes puedan tener la confianza de acudir y preguntar cuando sea necesario sobre los cambios que están experimentando. El cuerpo cambia y los ciclos también lo hacen y lo seguirán haciendo conforme pasan los años. Por esto es importante que siempre estén acompañadas por alguien en quienes confíen, y ojalá, este confidente pueda también hablar del tema libremente tanto antes de la menarquia como cuando sucede, e incluso después. 

Otro punto importante que queremos contarte, porque es normal, es la presencia de moco cervical a lo largo de todo el ciclo menstrual. Este fluido cambia su consistencia dependiendo de la fase en la que te encontrés (más cremoso, más elástico, seco, etc), pero es totalmente normal y completamente necesario para una buena salud cíclica. 

Contános, ¿Cómo fue tu primera menstruación o crees que ya pronto llegará?

Elaborado por: Ana Paula Jirón